Sangre para la piel

¿¿¿Qué pensaríais si os dijera que he descubierto un tratamiento a través del cual con tú propia sangre podemos frenar el envejecimiento de la piel???
Pues sí bonit@s, sin parabenos, perfume... nada de nada, sólo con nuestra propia sangre.
¿Su nombre? plasma rico en plaquetas, para los amigos Prp.
Para ponernos en antecedentes, tenemos que explicar que, el proceso del "estupendo y maravilloso envejecimiento" de la piel, se produce principalmente por la degeneración celular y la disminución de la vascularización, lo que provoca lamentablemente que con el paso de los años la piel y, sobre todo, la de la cara, vaya perdiendo luminosidad y brillo, adquiriendo un aspecto mate, seco...
El Prp no es un tratamiento tóxico ni alérgico, activa la vascularización y actúa en la aceleración de los fibroblastos, colágeno, elastina y ácido hialurónico. Es decir Bonit@s, en pocas palabras, ¡esto es una maravilla!

El tratamiento comienza con la extracción de 8-10 ml de tu propia sangre, la cual será sometida a un proceso de centrifugación para la concentración de las plaquetas. Las plaquetas que se obtienen se inyectan en la piel a través de mesoterapia.

¿Qué nos aportarán las plaquetas? Nuestras plaquetas contienen enormes reservas de proteínas y factores de crecimiento que inician la regeneración de los fibroblastos, lo que se traduce en una mayor elasticidad, tono y mejor aspecto de la piel.

También está indicado como tratamiento alternativo de la artrosis, lesiones deportivas, alopecia...

Está contraindicado en personas con infecciones agudas y crónicas, y con trombocitopenia (personas con un volumen más bajo de lo normal de plaquetas).

La pauta del tratamiento sería al menos 2-3 sesiones continuas, con el intervalo de un mes entre sesiones.

¿Cuándo te lo empiezas a notar? Normalmente, el efecto máximo se alcanza a los 20 días y dura bastantes meses. Así que nada, ¿qué mejor tratamiento para la piel que nuestras plaquetas? ¿Qué opinaís?

Viernes!!!  Yuhuuuuuuu